Los Fundamentos de Voluntarismo

Escrito por Carl Watner. Traducido por Pace Ellsworth, del original en Inglés, que se encuentra aquí.

El voluntarismo es la doctrina de que las relaciones entre las personas deben basarse sobre el mutuo acuerdo, y de ninguna otra forma. Representa un medio, un fin, y una visión. El voluntarismo no planta a forma específica de los acuerdos voluntarios; sólo que la fuerza sea abandonada para que las personas en la sociedad puedan prosperar. Siendo que son los medios que conducen al punto final, debe ser en forma voluntaria que uno busca el objetivo de una sociedad toda voluntaria. Las personas no pueden ser compelidos a aceptar la libertad. Por lo tanto el mercado libre, la educación, la persuasión y la resistencia no violenta son las formas principales de cambiar las ideas que la gente mantiene sobre el Estado. La visión voluntarista de que toda la tiranía y el gobierno se basan en el acuerdo común explica por qué los medios voluntarios son suficientes para lograr tal fin.

El Argumento Epistemológico

La violencia nunca lleva al conocimiento. Como Isabel Paterson explica en su libro, The God of the Machine, “Ningún edicto de ley pueda impartir a un individuo una facultad negada por la naturaleza. Una orden del gobierno no puede reparar una fractura en la pierna, pero sí puede ordenar la mutilación de un cuerpo sano. No puede impartir la inteligencia, pero sí puede prohibir el uso de la inteligencia.” O, como Baldy Harper solía decir, “¡Es imposible matar la verdad a balas!” El defensor de cualquier forma de violencia invasiva se halla en una situación lógicamente precaria. La coerción no convence, ni es ningún tipo de argumento. William Godwin señaló que la fuerza “es contrario a la naturaleza de la inteligencia, que no puede ser mejorada sino por la convicción y la persuasión” y “si el que emplea la coerción contra mí me pudiera moldear a sus fines por medio de argumentos, sin duda, lo habría hecho… El cree castigarme con la fuerza de su argumento, pero en verdad me castiga con su flaqueza.” La violencia no contiene ninguna de las energías que potencian una sociedad humana civilizada. Al máximo es capaz de expandir la existencia material de unos pocos individuos, mientras que reduce las oportunidades de la mayoría de los demás.

El Argumento Económico

Las personas se involucran en intercambios voluntarios porque anticipan mejorar su suerte; las únicas personas capaces de juzgar los méritos de un intercambio son los participantes. El voluntarismo sigue naturalmente si nadie hace nada para detenerlo. La interacción de los bienes naturales y los intercambios se traducen en un sistema de precios del mercado libre, que transmite la información necesaria para tomar decisiones económicas inteligentes. El intervencionismo y el colectivismo hacen imposible el cálculo económico, ya que alteran el sistema de precios del mercado libre. Hasta la intervención más pequeña del gobierno conduce a problemas que justifican la convocatoria de más y más intervención. También, economías “controladas” no dejan lugar a nuevos inventos, nuevas formas de hacer las cosas, o para el concurso “imprevisible e impredecible.” La competición del mercado libre es un proceso de aprendizaje que nos lleva a resultados que nadie puede saber de antemano. No hay manera de saber cuánto daño se ha hecho o que continuará siendo realizado por las restricciones políticas.

El Argumento Moral

El principio voluntario nos asegura que la posibilidad de eligir lo peor existe junta con la posibilidad de elegir el mejor. Nos ofrece la oportunidad de mejorar las cosas, aunque no garantiza los resultados. Mientras que dicta que no forcemos nuestra idea de “lo mejor” sobre otra persona, nos protege de la imposición forzosa de un ideal ajeno. El uso de la coerción para obligar la virtud elimina su posibilidad, porque para ser moral, un acto debe occurir libre de coerción. Si una persona se ve compelida a actuar de una manera determinada (o amenazada con sanciones del gobierno), no hay nada virtuoso en cuanto a su comportamiento. La libertad de elección es un ingrediente necesario para alcanzar la virtud. Cada vez que haya una oportunidad para la buena vida, el riesgo de una mala también tiene que ser aceptada.

El Argumento de la Ley Natural

El sentido común y la razón nos dicen que ninguna promulgación legislativa puede hacer justo lo que no es ya justo por naturaleza. Epicteto, el estoico, instó a los hombres a desafiar a los tiranos de una manera tal que la necesidad del gobierno en sí quede en duda. “Si el gobierno les ordenara hacer algo que su razón ponía, tuvieran que desafiar al gobierno. Si se les dijera que hicieran lo que su razón les habría dicho hacer de todos modos, no tendrían necesidad de un gobierno. ”Así como nosotros no requerimos un estado para dictar lo que está bien o mal en el cultivo de alimentos, en la de fabricación de textiles, o en la fabricación de acero, no necesitamos un gobierno para dictar las normas y procedimientos en cualquier campo de actividad. “A pesar de la legislatura, la nieve caerá cuando el sol está en Capricornio, y las flores florecerán cuando está en Cáncer.”

El Argumento de los Medios y Fines

Aunque ciertas servicios y bienes son necesarios para nuestra supervivencia, no es esencial que el gobierno los provea. Los voluntaristas oponen al Estado, ya que utiliza medios coercitivos. Los medios son las semillas que brotan como una flor y crecen hacia la fruición. Es imposible plantar la semilla de la coerción y luego recoger la flor del voluntarismo. El coerciónista siempre propone obligar a la gente a hacer algo, generalmente para aprobar leyes o elegir a políticos. Estas leyes y funcionarios dependen de la violencia física para imponer su voluntad. Medios voluntarios, como la resistencia no violenta, no violan los derechos de nadie. Sólo sirven para anular las leyes y los políticos al ignorarlos. El voluntarismo no requiere que la gente derroque violentamente a su gobierno, o utilice el proceso electoral para cambiarlo; simplemente que dejen de apoyar a su gobierno, por lo cual se caerá por su propio peso. Si uno sigue los medios apropiados, el fin se hará cargo de sí mismo.

El Argumento de la Consistencia

Es una observación comuna que los medios usados deben ser consistentes con el objetivo que se busca. Es imposible “guerrear por la paz“ o “luchar contra la política con convertirse a político.“ La libertad y la propiedad privada son conceptos íntegros e indivisibles que son arriesgados donde y cuando existe el Estado. Puesto que todas las cosas están relacionadas entre sí en nuestro mundo social tan complicado, si la libertad o la propiedad privada de un hombre pueden ser violadas (sin respeto a la justificación), entonces la libertad y la propiedad de todos los hombres son inseguras. El hombre superior sólo puede estar seguro de su libertad si el hombre inferior está seguro en sus derechos. A menudo nos olvidamos de que podemos asegurar nuestra libertad sólo por protegerla para el más despreciable y odioso entre nosotros, para no establecer precedentes que puedan llegar a nosotros.

El Argumento de la Integridad, el Autocontrol y la Corrupción

Es un hecho de la naturaleza humana que la única persona que puede pensar con tu cerebro eres tú. Ni puede una persona ser obligada a hacer nada en contra de su voluntad, porque cada persona es últimamente responsable por sus propias acciones. Los gobiernos tratan de aterrorizar a los individuos hasta que se sometan a la tiranía por capturar a sus cuerpos como rehenes y tratar de destruir a sus espíritus. Esta estrategia no tiene éxito en contra de la persona que albergue la actitud estoica ante la vida, y que se niegue a permitir que el dolor perturbe la ecuanimidad de su mente y el ejercicio de la razón. Un gobierno puede destruir el cuerpo o la propiedad de uno, pero no puede dañar a la propia filosofía de la vida. Además, el voluntarista rechaza el uso del poder político, ya que sólo puede ser ejercido cuando uno o sostiene implícitamente o utiliza la violencia para alcanzar sus fines. El poder de hacer el bien a los demás es también el poder de hacerles daño. El poder para obligar a la gente, para controlar las vidas de los demás — de esto se trata el poder político. Viola todos los principios básicos del voluntarismo: el poder no justifica; el fin nunca justifica los medios; ni tampoco puede una persona interferir en la vida de otro. Aún la cantidad más pequeña de poder político es peligroso. En primer lugar, reduce la capacidad de algunas personas de dirigir su propia vida a su manera. Segundo, y más importante desde el punto de vista voluntarista, es el efecto que esto tiene sobre la persona que maneja el poder: le corrompe el carácter.